Para el secretario de Energía, Alejandro Sruoga, “las tarifas deben reflejar los costos económicos», y adelantó el lanzamiento de un «plan gradual» de reducción de los subsidios, que se extenderá hasta 2018.
Sruoga resaltó que la factura eléctrica en la actualidad tiene un valor de $360 mensuales, por lo que aumentaría a $490 y alcanzaría al 70% de los usuarios residenciales del servicio eléctrico de Capital Federal y Gran Buenos Aires desde el segundo mes del 2017.
«Los costos económicos de corto plazo resultan del uso eficiente del recurso disponible para abastecer la demanda, mientras a largo plazo incluyen la expansión de la capacidad de generación y transmisión, y para abastecer demanda de potencia y limitar los riesgos de fallo», evaluó.
De acuerdo con los cálculos que realizó el Gobierno, un 30% de los usuarios residenciales metropolitanos consume hasta 150 kwh por mes y recibirá un aumento de 30 pesos en febrero; el 40% consume entre 150 y 300 kwh y tendrá subas de 110 pesos; el 25%, con consumos de 300 a 600 kwh pagará 150 pesos más y el 5%, que consume entre 600 y 1.200 kwh, sufrirá 430 pesos mensuales de incremento.
En este marco, Sruoga señaló que «con la aplicación del subsidio generalizado la tarifa se situó por debajo del 20% de los costos reales que tuvo la operación del Mercado Eléctrico Mayorista».
El funcionario garantizó que la tarifa social seguirá vigente y abarca al 30% de los hogares de Capital y el Conurbano.
En tanto, desde el Ministerio de Energía, anunciaron que el próximo aumento será el del combustible. Se espera que la suba, de un 8 por ciento aproximadamente, se vea reflejada en el costo final durante la primera quincena de enero.