En un mes muy malo para el consumo, las cantidades vendidas por los
comercios minoristas bajaron 9,8% en junio frente a igual mes del año
pasado. Es el sexto mes consecutivo en que las ventas se retraen, agravando
la situación de las empresas del sector, que con poco margen de liquidez,
deben afrontar las fuertes subas en los costos de la actividad.
En junio, el consumidor volvió a controlar con meticulosidad su presupuesto,
evitando compras innecesarias y tratando de encontrar los mejores precios y
las ofertas más convenientes del mercado. La situación es grave, porque no
se trata de una retracción por expectativas desfavorables, sino por la
pérdida concreta de ingresos en muchas familias que las obliga a recortar su
canasta de consumo.
Las caídas anuales más pronunciadas en el mes ocurrieron en:
‘Electrodomésticos y artículos electrónicos’ (-19,2%), ‘Bijouterie’
(-14,7%), ‘Materiales para la construcción’ (-13,6%) y ‘Ferreterías’
(-13,2%), donde la venta fue muy floja durante todo el mes.
Lo que levantó un poco la demanda fue el Día del Padre, aunque la fecha este
año estuvo modesta. Sobre fin de mes, algunos cobros anticipados de
aguinaldos ayudaron a mover el consumo, pero tampoco fue suficiente. Es que
si bien los comercios activaron cuotas y ofertas tentadoras, las familias
evitaron endeudarse más de lo necesario para no continuar sobrecargando las
tarjetas donde ya manifiestan restricciones para cumplir con los pagos.
Con el resultado de junio, las ventas minoristas medidas en cantidades
registraron una caída promedio interanual de 6,4% en el primer semestre del
año. Pero a pesar del panorama desalentador, muchos empresarios prefieren
olvidar los últimos meses y poner las expectativas en el segundo semestre
donde se espera algún repunte.