Al comienzo de su disertación, Marcela I. Basterra destacó que “desde la perspectiva que el Consejo de la Magistratura de la Ciudad tiene respecto a la formación profesional, es muy importante apuntar al conocimiento permanente en relación con los Derechos Fundamentales”. En este sentido, recalcó que siendo un año electoral, “la temática del curso resulta de gran actualidad y utilidad para los operadores del derecho que necesitan capacitarse constantemente a fin de poder afrontar los nuevos desafíos”.
En un recorrido conceptual vinculado a la temática, la titular del Consejo realizó un análisis sobre los artículos 37,38 y 39 de la Constitución Nacional que en términos generales garantizan el pleno ejercicio de los derechos políticos con arreglo al principio de la soberanía popular y de las leyes en consecuencia; la igualdad real de oportunidad entre varones y mujeres para el acceso a cargos electivos y partidarios, la función de los partidos políticos como instituciones fundamentales del sistema democrático y el derecho de los ciudadanos para tener iniciativa en presentar proyectos de ley en la Cámara de Diputados.
Entre algunas de las cuestiones citadas, se destacó la existencia el 30% del cupo femenino establecido a nivel nacional mediante la Ley 24.012/91 y las cuatro provincias que en la actualidad tienen paridad de cupos: Córdoba, Río Negro, Santiago del Estero y Provincia de Buenos Aires.
”Compartimos el criterio de quienes señalan que la expresión ´Democracia constitucional´ designa a un sistema jurídico político complejo y completo”, subrayó Basterra. Y agregó: “Esto se refiere a la amalgama o la síntesis de dos elementos, una forma de Estado y una forma de gobierno, el Estado constitucional y la forma de gobierno democrática”.
La Presidenta del Consejo enfatizó que “Los derechos fundamentales garantizan la posibilidad de que los ciudadanos, a través del voto, ejerzan el último control sobre el poder”. Por tal motivo, manifestó que “los derechos políticos y electorales, constituyen una condición de salvaguardia de la propia democracia constitucional y, por tanto un límite infranqueable al poder de las mayorías”.
“Los derechos políticos son derechos humanos, que en conjunto con otros derechos como la libertad de expresión, la libertad de reunión y asociación y el acceso a la información pública, hacen posible el “derecho humano a la democracia”, expresó Basterra.
Por último, señaló que el derecho al sufragio, y a través del mismo a la participación en la vida política constituye una prerrogativa fundamental que de ninguna manera puede ser vulnerada: “resulta imperioso conseguir los consensos parlamentarios para lograr tan postergada reforma político electoral, y sumarnos a los países que apuestan por la transparencia y dar cumplimiento a los justos reclamos de la sociedad”, concluyó.