El legislador del Frente Renovador, Javier Gentillini, dialogó con Baires Diario acerca de distintas temas que afectan a la Ciudad de Buenos Aires. Realizó un análisis profundo sobre el proceso de urbanización de villas que lleva adelante la gestión de Rodríguez Larreta. Además auguró una buena perfomance del Frente Renovador en las elecciones 2017.
¿Cómo te parece que repercute el aumento del subte en los porteños?
Repercute muy mal, es claramente una vuelta de tuerca en el bolsillo de los sectores populares. Y no es una cosa que solo se circunscriba a la vida de los porteños porque también un gran número de bonaerenses usan el subte todos los días. Estamos hablando de un millón de pasajeros, una cifra muy importante. Por lo tanto el aumento del subte que ahora es del 67% pero que en realidad desde el traspaso estamos hablando de que se ha multiplicado por seis el precio del boleto, afecta el bolsillo del a gente. Las familias no vienen solo a pagar el aumento del subte sino que se enmarca en un incremento generalizado de otros servicios como es el gas, la luz y además todos los bienes de la canasta familiar. Ahí está la pérdida de prácticamente un 10% del poder adquisitivo del salario del sector popular. Por lo tanto es una decisión claramente errónea. Por supuesto que esto se tapa con la discusión de la tarifa técnica pero lo cierto es que los subtes, como cualquier otro servicio de transporte público masivo, tiene subsidios del estado y este se fija en relación con la situación social y económica de aquellos sectores que están obligados a usar el servicio. Entonces desde este punto de vista no se entiende bien por qué vamos a aumentar si el discurso del gobierno es la prédica por el combate a la pobreza o la reactivación de la economía. Pero también hay que decir algo, a todos les pega el aumento, no solo a los sectores marginalizados sino también a las clases medias. Entonces este incremento hay que leerlo en este marco general, porque el gobierno nos lleva a leer cada aumento aisladamente pero en la economía familiar hay que hacer frente a todos los aumentos juntos.
El gobierno diría que los subsidios estaban mal otorgados…
Si, por supuesto, el gobierno desde su lineamiento liberal en lo ecónomico y neoconservador en lo social va a usar todo tipo de argumentación para justificar lo que va decidiendo. Pero los resultados son claros, repercute fuertemente en el bolsillo de los sectores populares. Y luego está lo otro, ¿cómo anda el subte? ¿tenemos un servicio de calidad? La verdad que no, ni se han hecho las inversiones que tanto se prometieron en las tres campañas del PRO, donde aseguraban kilómetros de nuevos subtes, ni tampoco se mejoró lo que más le embroma a la gente que es viajar como ganado a las horas pico. Entonces seguís viajando mal pero lo pagás un 70% más. Ahí es donde la cosa se choca con la realidad desde el punto de vista social y económico. El gobierno no está condenado a subir a 7,50 el subte. Hay una serie de gastos en el presupuesto que tienen que ver con lo superfluo, por ejemplo se gastan 800 millones de pesos en el uniforme de la Nueva Policía de la Ciudad, sólo en uniformes y después agarro y aumento el subte.
Me hablabas del presupuesto para el 2017, el gobierno hace énfasis en el aumento para el área de vivienda. ¿Qué análisis haces de este segmento?
Tiene directa relación con la inversión que va a haber en la llamada “urbanización de villas”, que obviamente nosotros aceptamos en principio porque eso se traduce en un stock de viviendas nuevas, 1500 de la Villa 20, las 1100 de la Villa 31 y las que todavía no están claras son las de la Rodrigo Bueno. A nosotros nos parece bien que se invierta más en el presupuesto de vivienda de la Ciudad de Buenos Aires pero esto no implica aceptar la lógica con la cual el gobierno encara su mayor política en materia social, que no debería ser la única pero lo es. Esta urbanización tal como la trabaja el Gobierno de la Ciudad deja mucho que desear. Es periférica y minimalista, el porcentaje de viviendas nuevas en relación a las familias que viven en esos barrios es muy bajo. En el caso de la 31 estamos hablando que cubren un 10% de la necesidad habitacional. Eso denuncia cual es la concepción, en general se han resistido a la obra nueva y ahora las motivaciones para construir son externas a las realidades sociales de las villas. En el caso de la 20 es obvio que se acelera un proceso de construcción de viviendas nuevas para que opere como pantalla visual de cara a la Avenida Cruz como una de las arterias más importantes que se van a usar para acceder a la Villa Olímpica. Se está invirtiendo mucho en relación a lo que lo venían haciendo históricamente, prácticamente se duplica, pero la lógica desde la cual se hace deja pendiente la transformación de fondo que hay que realizar para que las villas se conviertan en barrios. Nosotros nos cansamos de decirlo, hace falta una urbanización de otro tipo, con mucho mayor porcentaje de obra nueva. Además no se ataca otro de los temas importantes, que es que la configuración espacial de las villas es aprovechado para el desenvolvimiento de la acción criminal de algunos grupos. Habría que reconfigurar espacialmente estos barrios para atacar también este problema. Al Gobierno de la Ciudad ni se le ocurre esto. Ellos creen en el paradigma de Medellín. Este paradigma es muy sencillo, se le llama urbanización a una intervención de carácter acupuntural, no se ataca la configuración espacial y se interviene poniendo un poco más de equipamiento urbano, en el sentido de algunos edificios importantes como un hospital, una biblioteca o un centro cultural. Luego titularizo y listo, ya urbanicé. Te pinto un poco la fachada de la vivienda y chau, a cobrar. Es una apuesta más desde lo visual que una transformación real. Es obvio que si agregan algunas cosas es mejor que nada, pero sería importante plantear un proyecto más profundo porque si no, no se resuelve el problema real de la gente.
¿En qué situación está la Paridad de género en la ciudad?
Estamos en que los proyectos de paridad que se han presentado, uno de ellos es nuestro, y ahora hay que tratarlos en comisión. Creo que el momento político nos lleva a pensar con bastante certeza que están dadas las condiciones para que se avance en esto. Hay cosas que se vienen demorando porque los legisladores oficialistas están esperando que venga un proyecto de código electoral de la ciudad. Pero siento que mezclan todo porque podemos avanzar con la paridad y cuando llegue el nuevo código se suma y listo pero mientras lo vamos tratando y avanzamos en el debate. Lo que es seguro es que si o si tenemos que aprobar el tema, este año. Hay un humor social que ayuda a que haya consenso político para avanzar sobre la paridad.
¿Cómo está el FR de cara a las elecciones 2017?
Nosotros contamos con un registro en las elecciones pasadas que Massa tuvo un apoyo del 15% en la ciudad y eso más algunas encuestas nuevas que andan dando vueltas, entiendo que vamos a poder aprovechar toda esa situación en relación a la población. Creo que por suerte una gran parte de la población pudo zafar de esta polarización de ser del PRO o ser del FPV, y creo que mucha de esa gente logra identificarse con nuestro trabajo. Hay muchas personas que están muy disconformes con la mal llamada “herencia”y muchas que están disconformes también con los efectos sociales que está trayendo el modelo de Macri. Por eso esperamos con confianza y optimismo las próximas elecciones.
