Lo que parecía un trámite legislativo encaminado hacia la sanción del Presupuesto se convirtió ayer para el gobierno de María Eugenia Vidal en un callejón sin salida que obligó a postergar las sesiones en el Senado y la Cámara de Diputados que iban a realizarse hoy.
La imposibilidad de llegar a un acuerdo con el peronismo hizo fracasar la estrategia de Cambiemos de realizar sesiones paralelas en ambas cámaras hoy para liquidar en una jornada la sanción del Presupuesto, la Ley Impositiva 2017 y, además, la designación por parte del Senado del nuevo Procurador de la Suprema Corte Julio Conte Grand.
La falta de quórum en la reunión de la Comisión de Presupuesto del Senado (cámara de ingreso de las normas) convocada para ayer a las 16 fue la señal que confirmó la versión sobre la postergación de las sesiones.
Todas las especulaciones señalan ahora al próximo miércoles 21 como posible fecha para cumplir un trámite que parece cada vez más complejo para los legisladores de Cambiemos.
El revés para el oficialismo llegó luego de que, el lunes por la noche, referentes de Cambiemos como el presidente del bloque de diputados, Jorge Silvestre, y el titular de la Comisión de Presupuesto, Marcelo Daletto, se manifestaran confiados en la posibilidad de sancionar las normas en las sesiones que iban a realizarse hoy.
PULSEADA
Las intenciones del oficialismo volvieron a chocar contra la unidad de los distintos sectores del peronismo, que controlan tanto en Diputados como en el Senado un número de bancas suficiente como para impedir la sanción de normas que requieren mayoría especial.
Por eso, pese a que el acuerdo con el Frente Renovador seguía firme, el oficialismo no logró conseguir la cantidad de votos suficientes.
En el fondo de la pulseada aparece una serie de condiciones planteadas por los distintos sectores del peronismo de la Provincia que vienen manteniendo una esforzada unidad.
En términos técnicos presupuestarios, el gobierno de Vidal y el peronismo ya habían alcanzado un principio de acuerdo, luego de que el Ejecutivo aceptara reducir el nivel de endeudamiento y crear un fondo de casi 8.500 millones de pesos destinado a la ejecución de obras en los municipios.
Pero las negociaciones siguieron en torno a otra serie de planteos impulsados por el peronismo vinculados al reparto de espacios de poder en la Provincia.
Los intendentes del grupo Esmeralda y el bloque de diputados alineados con ellos reclaman como condición indispensable para prestar acompañamiento al Presupuesto y la Ley Impositiva el sillón de la vicepresidencia “con firma” de la Cámara baja.
Ese sillón ya fue prometido por Vidal a el massismo, en el marco del acuerdo de gobernabilidad con el Frente Renovador que contempló un esquema de presidencias rotativas. Pero el peronismo entiende que la vicepresidencia le corresponde ya que, todos juntos, tienen más bancas que los massistas.