Juan Carlos Junio, diputado nacional mandato cumplido, Secretario General del Partido Solidario y Director del Centro Cultural de la Cooperación, dialogó con BairesDiario sobre la situación económica del país y alentó a generar una unidad programática para vencer al PRO en la Ciudad de Buenos Aires.
Ya pasó poco más de un año de gobierno de Cambiemos, el año pasado fue de ajuste en muchas áreas. El argumento del Ejecutivo fue que había que buscar el equilibrio para que la Argentina vuelva a crecer. ¿Usted ve que en el horizonte cercano se pueda dar esta situación?
El problema del horizonte de Cambiemos es que no tienen más remedio que correrlo todo el tiempo. Es un horizonte móvil. Nosotros veníamos de un 2015 que, en medio de una crisis mundial enorme, el país había crecido el 2,4% según estableció el INDEC de Todesca, o sea de Macri. Y tuvimos un 2016 en el que, como consecuencia de todo tipo de medidas recesivas, la actividad cayó con la promesa de que en el segundo semestre iban a venir inversiones, lluvia de dólares y así el país iba a empezar a crecer. Tal cosa no ocurrió. En esta situación, corrieron el horizonte y lo llevaron a Marzo. Ahora hablan de Abril o Mayo, o sea que todo eso es muy dudoso. Puede haber un efecto rebote y que en términos estadísticos la Argentina crezca pero cualquiera que viva la realidad en la calle sabe que está en una profunda recesión. Si usted escucha a los dirigentes de la UIA ellos dicen que el 35% de la capacidad instalada está parada. Lo mismo dicen los dirigentes trabajadores, en especial los verdaderos dirigentes de clase como son los de la CTA o los bancarios. Además ellos denuncian la enorme pérdida de empleo que hubo en el 2016. Si uno escucha a las Pymes le dicen que a partir de la apertura de las importaciones se está destruyendo el sistema productivo. No es posible pensar que si el país crece en el 2017 ese crecimiento va a derramar. Esa es la vetusta teoría de que primero las grandes corporaciones tienen que crecer en su producción para que eso después derrame a los trabajadores y las clases medias. Una vez más nos quieren vender gato por liebre. No se puede más que ser pesimista con el plan económico si uno se coloca del lado de las grandes mayorías nacionales. Seguramente a los grupos concentrados les irá bien, esos están fenómeno pero son el 2% de la sociedad.
Muchos de los dirigentes del Partido Solidario vienen del Movimiento Cooperativo y en este contexto que usted describía tengo que preguntarle por las cooperativas. ¿En qué situación se encuentran?
Las cooperativas comienzan a sentir el impacto de esta situación que describía porque fundamentalmente se nutren en algunos casos de trabajadores que se agruparon, en otros de chacareros o pequeños productores agropecuarios o de pequeños industriales y comerciantes, también se nutren de profesionales, médicos, abogados, etc. En la medida que ese sector comienza a recortar sus ingresos y a perder ganancias, las cooperativas lógicamente empiezan a sentir el impacto en su vida económica. De cualquier manera muchas de ellas tienen ya un gran desarrollo, una estructura sana y frente a estas situaciones apelamos mucho al apoyo de la base societaria y de la base social. En fin, hacemos un gran esfuerzo por abaratar los costos de servicios que les brindamos a los asociados en comparación a los que proveen las asociaciones tradicionales capitalistas. Sobre la base de eso tenemos muchas posibilidades de defender la situación de nuestras entidades en este modelo económico, social y cultural que en realidad es ofensivo a las organizaciones gestionarias. Cierto es que algunas cooperativas que son fábricas recuperadas y son mucho más modestas corren grave peligro al no poder soportar la agresión del modelo. En este sentido estamos todos alertas y tratando de colaborar.
Lo llevo a un tema de la Ciudad que venimos analizando de cerca con BairesDario, la mal llamada urbanización de algunos barrios humildes de la Capital Federal. Más precisamente el proyecto que tiene el Ejecutivo para hacer un mejoramiento de la Villa 31, 20 y algunos barrios más. ¿Usted cómo observa estos proyectos del PRO de corte más social?
Hay que tener en cuenta que el PRO gobierna la Ciudad hace 9 años y el tema de las villas no es un tema nuevo. Ellos ahora han articulado una gran campaña publicitaria. Efectivamente van a asignar recursos para generar algunas mejoras en la vida de los habitantes de estos barrios porque yo diría tienen, ahora más que nunca, un interés de carácter electoral. Usted me dirá pero bueno este interés siempre lo pueden haber tenido y eso es verdad pero justamente la falta de una política habitacional para los sectores humildes, asignar suelos o concurrir con créditos muy blandos, la ausencia de todo eso ha hecho que esta problemática crezca. Que esos núcleos habitacionales muy pobres crezcan. Entonces se ha transformado en una necesidad de carácter electoral importante y esto es lo que motiva a que el PRO establezca alguna política tendiente a la mejora de esos focos urbanos. Si uno ve el conjunto de la política del PRO, va a poder observar que en todo lo que tiene que ver con la zona sur de la Ciudad hay una postergación estructurada. Todo lo que tiene que ver con la creación de escuelas, de hospitales hasta incluso con las políticas de tránsito es mucho más importante en el centro y norte que en el sur. No hay una vocación tendiente a la igualdad social, en el sentido de mejorar este equilibrio. Es conocido que el PRO tiene una visión privatista y que ese es su modelo, en todo caso hacia los sectores humildes lo que intenta hacer es demagogia electoral.
Este es un año electoral y el Partido Solidario es uno de los actores importantes del kirchnerismo en la Ciudad. ¿Qué estrategia se está pensando para poder superar ese techo de alrededor del 25%, 30% que parece tener el Frente para la Victoria en el distrito porteño?
Tenemos una búsqueda común y un debate que diría es típico de esta fase previa a las articulaciones electorales. Nosotros, los solidarios, que hemos tenido a lo largo de todos estos años una posición política clara de defensa del proyecto kirchnerista, de sus logros y de las conquistas de derechos sociales y culturales, que no viene ahora a cuento describir, lo hemos hecho siempre desde una posición autónoma, de respeto a nuestra identidad de origen y a nuestras visiones. Desde allí nosotros creemos que lo principal es unirse, la unión siempre es vital, pero debe ser alrededor de conceptos ideológicos y políticos, alrededor de un programa. No se trata solo de juntarse sino que debe hacerse sobre la base de acuerdos en donde se establezcan cuales son las ideas y las líneas que uno se propone. Nosotros creemos que ese programa tiene que contener todos los grandes avances del kirchnerismo e incluso tome todas las cosas sobre las que no se pudo avanzar o en las que el proyecto se equivocó. O sea que tiene que haber un componente superador. Nos debemos una reforma impositiva, una reforma de la ley de inversiones extranjeras, tenemos que defender el sistema jubilatorio estatal. Entonces nosotros tenemos que estar de acuerdo con un programa que tenga lo más avanzado del kirchnerismo y que además de proponga una cosa superadora. También tiene que haber un límite, no creo que tengan que formar parte los que votaron a los fondos buitre. Francamente los que votan para la liquidación del fondo nacional de previsión o por el blanqueo no pueden estar. Si no es solo una unión para tratar de ganar. Yo te puedo asegurar que vocación de triunfo tenemos a patadas, creemos que tenemos que sintetizar una vocación de derrotar al macrismo con todas las fuerzas del progreso y del kirchnerismo con las que podamos interpelar a cada vez sectores más amplios de la sociedad porteña y superar los guarismos de elecciones anteriores.