La inflación es –quizás– el mayor dolor de cabeza del gobierno. El vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, dijo esta mañana que «la tendencia desinflacionaria se muestra con mucha fuerza» en este segundo semestre y que para el próximo año estará por debajo del 2% mensual.
«Según Prat-Gay, la inflación de 2017 estará entre 12 y 17%; eso me parece razonable», estimó el funcionario y recordó que el 2% que se registró en el mes de julio es un paso importante en esa dirección.
En un reportaje extenso con Luis Novaresio, en Radio La Red, Quintana aseguró que «la inflación de agosto va a marcar la tendencia que veníamos anticipando desde hace meses» y que se cumplió la promesa de que «después de un primer semestre con reacomodamientos de precios, más la corrección de tarifas, que generó índices altos, a partir del segundo semestre eso se iba a corregir».
«Agosto, sin contar el fallo de la Corte por las tarifas, va a estar rondando el uno y pico por ciento. La tendencia desinflacionaria se muestra con mucha fuerza», dijo y afirmó: «Nuestro plan antiinflacionario está funcionando».
Optimista, Quintana recordó que «venimos de una década donde se negaba la inflación» y que su gobierno puso «los números y la verdad sobre la mesa». «Dijimos que iba a llevar unos meses, pero creo que la realidad nos muestra que se está corrigiendo», los efectos inflacionarios, insistió.
Al ser consultado sobre el impacto de esa corrección, el funcionario agregó: «No conozco ninguna alternativa de menor costo».
«La situación de bomba de tiempo que estaba el año pasado, en diciembre, había que ir desarmándola paso a paso. Sabíamos que esto iba a tener un costo en el bolsillo de muchas familias», admitió, pero recordó que se destinó asistencia a los sectores más vulnerables al igual que para los sectores trabajadores, con «el aumento de las asignaciones familiares y la reducción del impuesto a las ganancias». Y agregó que las medidas aplicadas «están sentando las bases para volver a crecer después de 5 años».
Interna
La inflación no es solo un dolor de cabeza. También genera cortocircuitos en el gabinete. El jefe de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, y el encargado de ejecutar la política monetaria y titular del BCRA, Federico Sturzenegger, dejaron nuevamente en claro sus diferencias.
Sturzenegger adelantó que «agosto mostrará una significativa desaceleración de la inflación», pero advirtió que ello «no provee los elementos suficientes para que pueda concluirse que sea conveniente relajar la política monetaria».
Así mostró una postura bastante distinta al ministro de Finanzas, que días atrás celebró que el Índice de Precios al Consumidor de agosto «será menor al 1 por ciento» y remarcó que «ya no es un tema la inflación» cuando hace dos meses era la única preocupación.
Sin embargo, el vicejefe de Gabinete negó una interna entre ambos. «Compartimos el mismo objetivo: bajar la inflación y poner a la Argentina en un ciclo virtuoso de crecimiento y creación de empleo«.
Sobre estas versiones contrapuestas, Quintana aseguró: «Que haya matices por el nivel de la tasa de interés lo veo como algo positivo, es una evidencia de un BCRA autónomo«.
Reapertura de paritarias
Las declaraciones del funcionario se producen antes del encuentro que mantendrá el gobierno con la CGT. En este contexto, Quintana agregó hay un » dialogo permanente» con todos los sectores gremiales y que por el freno inflacionario «las paritarias ya acordadas empiezan a recuperar en términos reales de poder de compra».
«En el primer semestre la inflación le ganó a las paritarias pero en el segundo semestre la inflación estará por debajo de esa paritaria, comenzado la recuperación del salario real», insistió.
El triunvirato formado por Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña llevará al encuentro del próximo viernes una propuesta para reabrir las paritarias. En este sentido, Quintana no hizo comentarios.
El 16 de septiembre
Quintana anticipó que para la audiencia pública el gobierno planteará una suba «menor a la que había» (400% para usuarios residenciales y 500% para pymes). «Habrá un paso inicial de corrección más tenue y una escalera gradual», confirmó el funcionario.
En este sentido, agregó que la estrategia es «reducir los subsidios a lo largo del tiempo, para dar cumplimiento a lo que dijo la Corte en términos de gradualismo y previsibilidad en términos de normas de juegos». Aunque no confirmó si el porcentaje será del 300%, afirmó que «va a haber un tope más bajo que antes».