El dictamen del Procurador interino de la Nación, Eduardo Casal, que dio el visto bueno para la instalación de Farmacity en la provincia de Buenos Aires, suma un nuevo cortocircuito en la relación de la UCR y el PRO en algunos distritos bonaerenses.
El último chisporroteo tuvo lugar en el Concejo Deliberante de Zárate, donde amarillos y boinas blancas se dividieron al momento de acompañar una proyecto de rechazo a la farmacéutica presentado por el oficialismo de Unidad Ciudadana.
La declaración, con el apoyo del Colegio de Farmacéutico, fue aprobada por 17 votos contra 2, quedando evidenciada la fractura -al menos en este punto- entre los radicales que responden a la diputada Sandra Paris y el macrismo, que se referencia en el legislador Matías Ranzini.
Los concejales que responden a la UCR votaron a favor del rechazo de la cadena en territorio bonaerense, mientras que los dos macristas lo hicieron en contra de la moción de los ediles K.
Luego de la sesión, el macrista Walter Unrein explicó que su voto, como el de Marcelo Matzkin, no fue en apoyo a Farmacity sino en contra de los términos del texto, al que consideró «muy fuertes» al exigirle que cumpla la ley que, según él, María Eugenia Vidal nunca había incumplido.
La palabra final la tendrá ahora la Corte Suprema, en la que los jueces Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti se excusaron de participar por los vínculos que tienen con Farmacity.